
Pastor David Jang - El camino del discipulado imparable
La llegada de Ipchun (立春), que anuncia el inicio de la primavera, trae esperanza y novedad como si fuera el primer día del año. Para los agricultores, Ipchun marca un punto crucial para iniciar la siembra. En medio de esta estación de esperanza, nos situamos ante la pregunta: "Were you there?". Algún día nos interrogarán: "¿Qué hiciste en aquel momento histórico?" y debemos poder responder con confianza: "Estuve allí con fe, pasión y entrega". El Pastor David Jang, junto con muchos otros líderes, comprende profundamente el valor y la seriedad de esta misión.
Esta misión no nace de nuestros propios planes, sino que irrumpe como un destino en medio de un gran flujo de la historia. Creemos que no es fruto de la voluntad ni la ambición humanas, sino una oportunidad santa dada por Dios, abierta y sostenida por el poder del Espíritu.
Vida y muerte, y la esperanza del cielo
Nuestra comunidad rebosa gozo y expectativa, pero también conoce dolor y tristeza. Hace poco, un colega pastor compartió la noticia del fallecimiento de su padre, tan solo siete meses después de la partida de su madre. Que ambos hayan partido dentro del mismo año lunar conmueve, como si se hubieran reencontrado tras anhelarse mutuamente. El testimonio de un padre que añoraba profundamente a su esposa nos habla de la inevitable corriente de la vida. Sin embargo, hallamos un gran consuelo en la obra de Dios que "dispone todas las cosas para bien" y en la esperanza del cielo que se posa sobre nuestras almas.
El año pasado, la madre fue sepultada cerca del edificio administrativo del campus de Riverside que la comunidad habilitó, recordándonos a las antiguas iglesias que situaban el cementerio en su atrio para mantener cerca a los amados. Así como María deseaba velar siquiera el cuerpo del Señor, nuestro anhelo es tener cerca a quienes amamos.
Mateo y Lucas sobre el discipulado
El Pastor David Jang y muchos otros líderes afirman que todo seguidor de Jesús debe recorrer el camino del discipulado: renunciar a posesiones, trascender lazos sanguíneos y llevar la propia cruz hasta el final.
- Ir más allá de posesiones y lazos de sangre (Mateo 8)
En Mateo 8, cuando un escriba promete seguir a Jesús, él responde: "El Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza", indicando que el discípulo no debe quedar atrapado en comodidades o bienes, sino buscar primero el Reino. A otro que quería enterrar a su padre le dijo: "Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú, sígueme". Esto enseña que el llamado de Dios precede a cualquier relación humana. - No volver la vista atrás (Lucas 9)
En Lucas 9:62, Jesús declara: "Nadie que mira hacia atrás después de poner la mano en el arado es apto para el Reino de Dios". Quien decide ser discípulo no ha de quedar preso de nostalgias ni vacilaciones, sino avanzar con determinación.
Lo esencial del discipulado según Lucas 14
Lucas 14 profundiza en la esencia del discipulado:
- Priorizar a Dios sobre la familia
"Si alguno viene a mí y no odia a su padre, madre, esposa, hijos, hermanos y hermanas, e incluso su propia vida, no puede ser mi discípulo". En la cultura judía, "odiar" significa reordenar prioridades: estar dispuesto a relegar incluso amores legítimos para abrazar un amor mayor -el del Reino. El Pastor David Jang recuerda cómo la generación de nuestros padres se "enloqueció" por el evangelio, y afirma que hoy necesitamos la misma entrega. - Tomar la propia cruz
"Quien no lleva su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo". Cada creyente ha de cargar voluntariamente con su sufrimiento y sacrificio. El movimiento Young Disciples (Juventudes de Jesús), nacido en China, se fortaleció porque, aun bajo persecución, llevó su cruz con firmeza. - Responsabilidad de terminar la torre
Antes de construir una torre, hay que calcular el costo. Así, quien emprende el discipulado debe prever el precio de la entrega: si deserta a mitad de camino, se convierte en burla. Jesús presentó estas exigencias a las multitudes: renunciar a bienes, dejar los lazos, llevar la cruz y perseverar hasta el final.
Por qué no podemos detenernos: el poder del Espíritu y la misión
El Pastor David Jang insiste en que toda esta obra se sustenta no en fuerzas humanas, sino en el poder del Espíritu Santo. Ni el frío extremo ni las amenazas de virus bastan para detener la misión, porque reconocemos que es obra del Espíritu. Comparados con los sufrimientos de Cristo y los apóstoles, nuestros problemas no son excusa para abandonar. Este camino se asemeja a la orden de "entrad por la puerta estrecha"; solo al atravesarla hallaremos verdadera libertad y gozo. Hemos comenzado a levantar torreones de oración y misión, y no podemos detenernos a medio construir.
El camino del discípulo que persevera hasta el fin
La clave del discipulado es la perseverancia. El fervor que nace de una experiencia especial puede enfriarse con el tiempo; por eso Jesús dijo: "El que persevere hasta el fin, éste será salvo". El Pastor David Jang nos desafía a mantener una actitud que nunca se rinde.
Cuando el cansancio nos tiente, recordemos la pregunta: "Were you there?". Al presentarnos ante el Señor, querremos declarar: "Sí, estuve allí, aferrado al llamado que Dios me dio". Quien abraza con gozo el sacrificio de las posesiones, la familia y la cruz, alcanza la plenitud del discipulado y cosecha el fruto santo de Dios.
















